- Es una técnica muy efectiva, ya que nos ayuda a acceder a nuestro inconsciente, nos permite trabajar los problemas a nivel profundo y realizar cambios más rápidamente. 

- Es una herramienta muy potente y acorta considerablemente el tiempo de la terapia, pero no es mágica. Lamentablemente es imposible resolver en una sola sesión un problema que lleva años instalado.

- No es peligrosa, aunque el hipnólogo debe valorar en cada caso si es adecuada para esa persona.

- Es una herramienta psicoterapéutica y por lo tanto no debe ser utilizada de forma aislada, sino integrada en la psicoterapia. Además, siempre debe ser empleada por profesionales de la salud.  El mero hecho de haber estudiado hipnosis no capacita a nadie para tratar con ella problemas psicológicos, al igual que el disponer de un ordenador no supone tener los conocimientos necesarios para ser programador informático.

- Es un estado de conciencia especial donde la atención está focalizada en las vivencias internas, no es una forma de sueño. La persona hipnotizada sabe lo que está ocurriendo, no pierde el control ni está dormido. Al contrario de lo que ocurre en las películas o en la televisión, mediante el uso de la hipnosis no se pierde el control sobre uno mismo. Aunque la hipnosis te hace más abierto a las sugerencias, no te obliga a comportarte de una manera que no quieras.